DESDE ARGENTINA
Nada más con pisar las extensas y abiertas llanuras que dominan Tanzania, el visitante se sentirá muy, muy pequeño. Y así debe de ser, ya que en ese instante entra a formar parte de una de las mayores poblaciones de fauna salvaje del mundo. Ñus, monos, antílopes, leones, leopardos, cocodrilos, gacelas, flamencos…Tanzania posee una de las mejores zonas del continente para la observación de la vida salvaje. Parques famosos como el del Serengeti y el Kilimanjaro, o el maravilloso cráter del Ngorongoro hacen que merezca la pena reposar en algunas de sus ciudades. Debe añadirse el atractivo de Zanzíbar, una de las islas de la costa tanzana, y antiguo centro de especias del que emanan exóticas y perfumadas aguas de baños persas..
Varía desde tropical cerca de las costas a templado en las tierras altas. Los meses más lluviosos son abril, mayo, octubre y noviembre. Las temperaturas suelen tener una media de 27°C aunque en verano pueden subir un poco más. Por las noches suele refrescar. Hay bastante humedad.
La ropa de safari debe ser cómoda, principalmente prendas sueltas de algodón o lino que no ciñan el cuerpo. La ropa más fresca permite tolerar el abrasador mediodía en, pero las noches frescas en general invitan a ponerse un sweater, o incluso un polar y/o camiseta térmica. Es recomendable llevar una campera impermeable liviana, e indispensable el repelente para mosquitos. En cuanto al calzado lo mejor es que este sea cerrado, zapatillas deportivas o botas de safari.