Viajes a Egipto
Egipto es vida a raudales, desde la nada más absoluta del desierto, pasando por la «fuente de la vida», El Nilo, hasta la vorágine de ciudades en las que se mezclan diferentes culturas, tradiciones y costumbres. Egipto es, además, sinónimo de pirámides, de Valles Sagrados, de tumbas sin profanar, de tierras donde Dios habló por primera vez al hombre, de bellos, apacibles y desconcertantes oasis y de reservas naturales privilegiadas. Egipto es el lugar donde las expresiones del hombre se transformaron, quizá por primera vez, en civilización, en cultura, en sociedad. Para descubrir estas bellezas no hace falta ser arqueólogo ni poseer profundos y completos conocimientos de antiguas culturas. Solo se requiere de un espíritu abierto para contactar con las emociones originales que posibilitaron una de las civilizaciones más fascinantes del mundo.
El clima en Egipto
En general el clima se caracteriza por ser muy caluroso en verano y templado en invierno. Se aprecian diferencias climáticas dependiendo de la zona del país. El Norte (El Cairo) goza de un clima mediterráneo con ligeras lluvias, veranos cálidos y temperaturas más frescas durante el invierno. En el Sur (Luxor, Aswan, Lago Nasser) el clima es seco, desértico, y las temperaturas son aproximadamente 5 grados más altas que en el Norte. Ropa liviana, preferiblemente de algodón para el día y algo de abrigo para la noche en que la temperatura desciende. Sugerimos calzado cómodo ya que muchas de las visitas se realizan a pie por terreno no pavimentado. Son imprescindibles un sombrero, anteojos de sol, repelente contra los mosquitos y un buen protector solar. En general, pero sobre todo cuando se visitan mezquitas e iglesias, se requiere discreción en la vestimenta.