DESDE ARGENTINA
Azerbaiján es un conjunto de contrastes. Enclavado a los pies de la cordillera del Cáucaso y a orillas del mar Caspio, es aquí donde Asia central se acerca a Europa con una mezcla de influencias otomanas, persas y rusas que contribuyen a su tejido social y cultura. Fue, además, nexo de imperios históricos y según algunas personas albergó el Jardín del Edén. Entre tierras semidesérticas ricas en petróleo del mar Caspio, Bakú, su cosmopolita capital, luce un casco antiguo –protegido por la Unesco– rodeado por flamantes rascacielos, y a solo 3 horas de viaje por carretera, afloran tranquilas poblaciones rurales entre fértiles campos con el imponente Cáucaso como telón de fondo.
En líneas generales, el clima es seco de estepa semiárida. Templado a lo largo de la costa y frío o continental en las montañas, con nieves constantes sobre todo en el norte. Bakú, la capital, tiene un clima templado con temperaturas entre 4°C en Enero a 25°C en Julio. Con el objeto de respetar las tradiciones y cultura es mejor vestir de una manera discreta y adaptarse al código de vestimenta local, evitando vestidos, faldas o pantalones demasiado cortos, así como las prendas demasiado escotadas. Es necesario aclarar que los meses más calurosos son entre Julio y Agosto, por lo que es necesario ropa larga, cómoda y holgada. Se aconseja a las mujeres llevar pañuelo para visitar las mezquitas.