DESDE ARGENTINA
Eslovenia se asiente en el corazón de Europa. Sus ciudades están cargadas de la impronta del barroco italiano, mientras que en los Alpes se siente la proximidad de Austria. Los eslovacos se destacan por su gran hospitalidad. Las laderas forestales, los fértiles valles, los espectaculares ríos y las pequeñas aldeas recuerdan al turista a Bavaria. Llegando desde Italia o Austria, Eslovenia es la puerta ideal para acceder a los Balcanes, aunque sin sentir que se ha dejado Centro Europa.
En la franja costera del país, el clima es más suave que en el resto, acercándose a las características del mediterráneo. En el interior es donde se alcanzan las condiciones climáticas más extremas. Los mejores meses para visitar el país son de abril a septiembre, cuando la temperatura es más suave y la ausencia de nevadas facilita el desplazamiento por el país.
Es necesario llevar ropa de algodón y, sobre todo, un calzado muy cómodo. Como siempre es necesario no olvidar un impermeable por si apareciera algún imprevisto nubarrón que finalizara en tormenta. Si se viaja en invierno a la zona de los Alpes, son necesarias botas de nieve, bufanda, guantes e ir bien abrigado; en el resto del país con una prenda de abrigo será suficiente.